NACE UNA ESTRELLA - EGAN BERNAL
Nació en el seno de una familia de origen humilde, residente en Zipaquirá, municipio cercano a Bogotá, Colombia. Su padre, Germán Bernal, era ciclista aficionado y su madre, Flor Gómez, trabajaba como recolectora de flores en una empresa Agrícola.
Un día Flor Gómez empezó a sentir mareo, ganas de vomitar y un dolor constante en el estómago. Pensó que era una infección intestinal. Fue a ver al médico. Él le dio el diagnóstico: “Tienes un mes de embarazo”. Luego de un corto silencio vino la alegría y le dijo: “Déjeme escoger el nombre. Le tengo uno perfecto”. Ella le dijo que sí, sin refutar, por el respeto que le tenía a Bulla. “Se va a llamar Egan. En griego creo que significa campeón, como echado pa’lante. Póngale así y déjeme ser el padrino”.
Con el
deporte en la sangre, Egan comenzó a montar bicicleta a los cinco años, en una
cicla amarilla, vieja y pesada, que había pasado por todos los miembros de la
familia. Creció y se formó como ciclista en Zipaquirá. Sin embargo, sus inicios
no fueron en el ciclismo de ruta, sino en el ciclomontañismo.
Empezó a competir cuando tenía ocho años de edad, pese a la resistencia de su padre, Germán Bernal. Cuenta Egan: “Yo siempre entrenaba con él. Desde pequeño salía a entrenar, pero él nunca quiso que yo fuera ciclista o ciclomontañista profesional, porque a él el ciclismo no le pagó muy bien, no pudo ser ciclista profesional. Sacrificó muchas cosas por el ciclismo”.
Siendo todavía niño, participó en una competencia con un casco prestado y gracias al apoyo de un familiar quien le pagó la inscripción. Ganó y obtuvo el premio que consistió en un uniforme y una beca en un club deportivo.
Fue impulsado por el ex ciclista colombiano Fabio Rodríguez, su primer técnico y quien lo acogió como a un hijo en el club que dirigía. Después de unos años, Bernal pasó a la Fundación Mezuena, presidida por Pablo Mazuera, un amante del ciclismo que puso a su disposición su trabajo para apoyar a un grupo de niños, entre los que se encontraba Bernal.
Se destacó en competencias internacionales de ciclomontañismo, y en el año 2014 se presentó la oportunidad de participar en el Mundial en Noruega; pero su condición económica era un obstáculo en el camino. Sin embargo, decidido a no dejarse vencer por ello, recurrió a las redes sociales para solicitar apoyo:
“Hola y buena noche a todos, quiero contarles a las personas que no me conocen muy bien que soy deportista juvenil de ciclomontañismo con grandes sueños y metas. Este año voy de #12 en el Ranking mundial de la UCI (Union Ciclista Internacional). Viajo el 28 de agosto a representar a Colombia en el campeonato mundial que se va a realizar en Noruega!! Para eso necesito cubrir con unos gastos pues el viaje es muy costoso y acá es donde pido ayuda a las personas que puedan ver este mensaje ya sea económica o con mensajes de apoyo, este viaje es muy complicado y me estoy preparando para estar a mi 110% en esa carrera y no defraudar a todas la personas que me ayudan y tienen fe en mí, también quiero mostrar que Colombia tiene un gran potencial en esta modalidad. Ayúdenme a hacer estas metas realidad y así hacer que nuestro país sea cada vez conocido por cosas buenas como esta.
Cualquier información, mensaje o inquietud me pueden escribir voy a estar pendiente. GRACIAS desde ya. Go For It!!”.
En el 2019 tenía planeado correr el Giro de Italia, pero unos días antes sufrió una fractura de clavícula que se lo impidió. Se sometió a cirugía y rehabilitación, y logró recuperarse para poder competir en el Tour de Francia, al cual llegó como principal co-equipero de Geraint Thomas (campeón del Tour el año anterior) y con la ausencia de Chris Froome debido a una lesión que tuvo unas semanas antes de la carrera.
A la víspera del comienzo del Tour de Francia, Egan dijo que al mirar hacia atrás recordaba que tres años antes estaba observando una etapa de la Vuelta en Andorra, con la ilusión de poder competir en una carrera de prestigio internacional. “Si me veo hace tres años no me creo que esté aquí”, dijo Egan, quien vive la mayor parte del tiempo en Andorra con su padre y con su novia, Xiomara, compañera ciclista con la que lleva desde los 17 años.
Finalmente en julio de 2019 sucedió algo impresionante: ¡Egan se convirtió en líder del Tour de Francia!
Al preguntarle sobre posibles triunfos en el futuro respondió: “No, no, no, no me digan eso”. Con mucha humildad y madurez concluyó: “Espero lo mismo, la verdad, que este Tour solo sea el primero, espero seguir creciendo, pero no quiero suponer el futuro ni agobiarme, solo quiero seguir disfrutando con el placer de competir sin más, de la adrenalina que se dispara, de lo que hace hermoso pedalear, y quiero vivir solo este momento, no quiero salir de él”.
Y tú: ¿Estás perseverando para hacer realidad tus mayores anhelos?
Tomado de:
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